La dehidroepiandrosterona (DHEA) mejora la función vascular, pero el mecanismo de este efecto no está claro. Dado que el óxido nítrico (NO) regula la función vascular, planteamos la hipótesis de que la DHEA afecta a la vasculatura aumentando la producción endotelial de NO.
Concentraciones fisiológicas de DHEA estimularon la liberación de NO de células endoteliales aórticas bovinas intactas (BAEC) en 5min. Este efecto fue mediado por la activación de la óxido nítrico sintasa endotelial (eNOS) en las BAEC y en las células endoteliales de la vena umbilical humana (HUVEC). La dehidroepiandrosterona aumentó los niveles de GMP cíclico (cGMP) en las BAEC, en consonancia con su efecto sobre la producción de NO. La DHEA conjugada con albúmina también estimuló la liberación de NO, lo que sugiere que la DHEA estimula la eNOS mediante una señal iniciada por la membrana plasmática. El tamoxifeno bloqueó la liberación de NO estimulada por estrógenos en las CEBAC, pero no inhibió el efecto de la DHEA. La toxina pertussis abolió el efecto agudo de la DHEA sobre la liberación de NO. La dehidroepiandrosterona no tuvo ningún efecto sobre los flujos de calcio intracelular. Sin embargo, la inhibición de las tirosina quinasas o de la proteína quinasa activada por mitógenos (MAP) (MEK) bloqueó la liberación de NO y la producción de GMPc en respuesta a la DHEA.
Estos resultados demuestran que las concentraciones fisiológicas de DHEA aumentan de forma aguda la liberación de NO de las células endoteliales vasculares intactas, mediante un mecanismo iniciado por la membrana plasmática. Esta acción de la DHEA está mediada por un receptor específico de esteroides, acoplado a proteína G, que activa la eNOS tanto en células bovinas como humanas. La liberación de NO es independiente de la movilización de calcio intracelular, pero depende de tirosina- y MAP quinasas. Este mecanismo celular puede ser la base de algunos de los efectos protectores cardiovasculares propuestos para la DHEA.