La adrenarquia, el aumento postnatal de DHEA y DHEAS, es exclusiva de los humanos y los simios africanos. Hallazgos recientes han relacionado la DHEA en humanos con el desarrollo de la corteza prefrontal dorsolateral izquierda (LDPFC) entre los 4-8 años de edad y la unión temporoparietal derecha (rTPJ) de los 7 a los 12 años de edad.
Dada la asociación de la LDLPFC con la transición de los 5 a los 8 años y de la rTPJ con la mentalización durante la infancia media, la DHEA puede haber desempeñado un papel importante en la evolución del cerebro humano. Sostengo que el aumento de proteínas en la dieta a lo largo de la evolución humana no sólo aumentó los niveles de DHEAS, sino que vinculó el consumo de carne con el desarrollo del cerebro durante la importante transición de 5 a 8 años.
El consumo de proteínas animales se ha asociado con el IGF-1, implicado en el desarrollo de la zona reticular suprarrenal (ZR), el lugar de producción de DHEAS. En los humanos y los chimpancés, la zona reticularis emerge a los 3-4 años, junto con el inicio de la producción de DHEA/S. En los chimpancés, esto coincide con el momento en que se produce la DHEAS. En los chimpancés, esto coincide con el destete y el pico de sinaptogénesis. En los humanos, el destete se completa en torno a los 2 ½ años, mientras que la sinaptogénesis alcanza su punto máximo en torno a los 5 años.
Así pues, en los chimpancés, la maduración cortical temprana está ligada a la madre; en los humanos puede estar asociada al aprovisionamiento posterior al destete por parte de otros. Pido que se siga investigando la adrenarquia entre los simios africanos como comparación crítica con los humanos. También sugiero investigar en poblaciones de subsistencia para determinar el papel de la nutrición y la energía en el momento de la adrenarquia y el inicio de la infancia media.